El BRAINAPPLE reúne las propiedades de la manzana y las del vinagre de sidra. Desde la antigüedad el vinagre de manzana se empleó para la curación de enfermedades.
Cuando diseñamos el BRAINAPPLE pensamos que, sin traicionar al origen de la manzana al juntar el zumo y el vinagre, conseguiríamos equilibrar el dulce del jugo y el ácido del vinagre, manteniendo las propiedades originales de ambos y por lo tanto, potenciándolas en una bebida única. El resultado ha sido un éxito al ser reconocido el sabor del BRAINAPPLE y atraer de forma general teniendo la polivalencia de consumirse en el desayuno, como aperitivo, durante la comida y para alternar tanto solo como combinado con ron, whiskey y otros licores, siendo muy valorado por bartenders. También está empleándose en gastronomía.
Por otra parte, por lo saludable y benéfico para el organismo, nutricionistas lo recomiendan para evitar malas digestiones y en algunos casos de pacientes que por lo corrosivo de los gases estomacales, les provoca hernia de hiato.