El cuerpo está lleno de tubos y pequeños tanques. El estómago es un reactor. Hay almacenes con enzimas, reactivos, nutrientes, vitaminas y combustibles.
Se necesita un buen mantenimiento para que todo siga funcionando bien durante muchos años. Pero al contrario que cualquier planta química, no disponemos de un tablero de mandos a nuestra disposición, ni un responsable de almacén.
Tan solo contamos con los avisos que nos envía el cuerpo cuando la enfermedad ya ha superado nuestras defensas.
Oriente es más consistente en asuntos de salud gracias a su medicina, que previene las disfunciones orgánicas y revisa cada pequeña industria que es nuestro cuerpo.
En Occidente estamos más pendientes del exterior de nuestro cuerpo, de nuestra apariencia, por lo que la cosmética se ha convertido en un gran negocio.
Pero cuando la enfermedad nos afecta, los estragos se reflejan en el exterior sin que haya ninguna cosmética que lo alivie. Aceptamos que los médicos son los mecánicos de nuestras averías y vamos compungidos y vulnerables a la consulta.
Si preguntamos a las personas de mayor edad que mantienen una salud envidiable, la mayoría nos descubrirá su propio truco relacionado con la nutrición, con el ejercicio físico o con alguna actividad social o de habilidad manual que les mantiene entretenidos.
En BRAINAPPLE hemos elegido las manzanas y sus derivados como truco infalible. Beber nuestra SIDRA BURKAN o nuestros zumos con vinagre de manzana BRAINAPPLE aporta salud y alarga la vida. Para la salud del cerebro, SEIMER 100 que también incluye la manzana entre sus componentes.